Ley de Coulumb
La magnitud de cada una de las fuerzas eléctricas con que interactúan dos cargas puntuales en reposo es directamente proporcional al producto de la magnitud de ambas cargas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que las separa y tiene la dirección de la línea que las une. La fuerza es de repulsión si las cargas son de igual signo, y de atracción si son de signo contrario.
Charles-Augustin de
Coulomb desarrolló la balanza de torsión con
la que determinó las propiedades de la fuerza electrostática. Este instrumento
consiste en una barra que cuelga de una fibra capaz de torcerse. Si la barra
gira, la fibra tiende a hacerla regresar a su posición original, con lo que
conociendo la fuerza de torsión que la fibra ejerce sobre la barra, se puede
determinar la fuerza ejercida en un punto de la barra. La ley de Coulomb también
conocida como ley de cargas tiene que ver con las cargas eléctricas de un
material, es decir, depende de si sus cargas son negativas o positivas.
En la barra de la balanza, Coulomb
colocó una pequeña esfera cargada y a continuación, a diferentes distancias, posicionó
otra esfera también cargada. Luego midió la fuerza entre ellas observando el
ángulo que giraba la barra.
Ley de Gauss
Establece que el flujo de
ciertos campos a través de una superficie cerrada es proporcional a
la magnitud de las fuentes de dicho campo que hay en el interior de dicha
superficie. Dichos campos son aquellos cuya intensidad decrece como la
distancia a la fuente al cuadrado. La constante de proporcionalidad depende del sistema
de unidades empleado.
Se aplica al campo electrostático y
al gravitatorio. Sus fuentes son la carga eléctrica y la masa,
respectivamente.
Ley de Faraday
Se basa en los experimentos que Michael Faraday realizó en 1831 y establece que el voltaje inducido en un circuito cerrado es directamente proporcional a la rapidez con que cambia en el tiempo el flujo magnético que atraviesa una superficie cualquiera con el circuito como borde.